El origen de la baraja de Tarot

Resulta curioso que el tarot egipcio no fuera el primero en aparecer a disposición de la humanidad, ya que el origen de la videncia por medio de las cartas proviene de la antigua civilización egipcia, gracias a la sabiduría del libro de Thor.

Pero sería el tarot de “Visconti-Sforza” quien puso dicha información al alcance del pueblo, a través del primer método legible de predicción, con la intención que las incógnitas existenciales estuvieran para el provecho de cualquiera.

Cuando la oculta obra de la Cábala fue trasladada por toda Europa en el siglo XI, a causa de la persecución cristiana de la guerra santa a todo aquel considerado “hereje”, donde las sociedades judías que custodiaron su conocimiento no pudieron evitar que en su traslado hacia Europa algunas personas accedieran a ese saber celestial.

La interpretación de la Cábala haría posible la lectura del sagrado libro de Thor, que Francesco Sforza utilizaría para crear artesanalmente en 1441 el primer tarot conocido, sería en la antigua ciudad italiana de Milán, como un singular regalo de la boda para su hija María Visconti (de ahí su nombre).

Aunque fue el mundialmente conocido tarot de Marsella, la primera baraja oficial para la adivinación, dado que completó detalles que no hizo la anterior. 
El indescifrable escrito egipcio fue por fin simbolizado en las imágenes de las cartas, para ser usadas como herramienta de videncia legible, que lograba el acierto de cuestiones específicas o generales que planteara una persona.

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